Buena película, mejor drama. Con esta frase podemos definir esta película de producción estadounidense que nos ha hecho "disfrutar", sí, lo pongo entre comillas porque no ha sido un buen sabor de boca y no por la película, sino por la temática que trata y el realismo con que nos la cuenta.
Basada en una historia real, esta película me ha hecho sentir sensaciones que hacía algún tiempo no me despertaba ninguna película, literalmente es un drama. A todo/a espectador que no le apetezca "sufrir" con una película que toca los sentimientos más profundos y humanos que una persona pueda tener, mejor no verla; en cambio, para todo aquel espectador que busque una historia en la que obtener una reflexión constante sobre la codicia, avaricia y la mezquindad que un ser humano puede alcanzar sin importarle lo más mínimo la dignidad de otra persona, con esta película obtendrá una buena ración para "disfrutar" (vuelvo a ponerla entre comillas porque entiendo que en el fondo esta película se puede disfrutar para abrirnos una reflexión, pero no disfrutarla como una forma ociosa/jocosa) de una gran historia que os planteará grandes reflexiones.