miércoles, 9 de abril de 2014

Una Cuestión de Tiempo. (About Time). 2013.

Hay cientos de películas a lo largo de nuestra vida que veremos y quizás hasta nos gusten en ese mismo momento pero con el paso del tiempo su recuerdo se irá haciendo cada vez más y más efímero hasta que las olvidemos por completo, pero estoy seguro que eso no me pasará a mí con este film, ha llegado a mi vida para quedarse tanto en mi memoria fílmica como en mi corazón, porque es ahí donde  seguro que va a permanecer ya sea por su bella historia, sus adorables personajes, su música y sobre todo porque es una delicia de película que tiene todos los ingredientes necesarios para poder disfrutar con ella.

El argumento gira en torno a Tim Lake un joven de 21 años que descubre que puede viajar en el tiempo. Su padre le cuenta que todos los hombres de la familia han tenido desde siempre ese don, el de regresar en el tiempo a un momento determinado, una y otra vez, hasta conseguir hacer "lo correcto". Así pues, Tim decide volver al pasado a intentar conquistar a Mary, la chica de sus sueños.


Aunque la trama puede parecer algo sencilla a priori, no hay que dejarse engañar, desde el principio conectaremos tanto con la historia como con los personajes de una forma extrañamente natural como si los conociéramos de toda la vida, durante las dos horas de duración de la película sentiremos una amplia gama de sensaciones que tocarán y en algunos casos hundirán al espectador más duro, todo esto aderezado con un toque de fantasía.

Un apartado aparte se merece el trabajo actoral, el peso de la trama la lleva el joven actor Domhnall Gleeson que va creciendo a paso agigantados con cada nueva película, a destacar también Bill Nighy en el papel de padre del protagonista, no me imagino a otro actor que a él interpretando ese genial papel de padre, maestro y amigo de su hijo tanto en la vida real como en los viajes en el tiempo. El trio protagonista lo cierra la siempre correcta y adorable Rachel McAdams en esta obra dirigida de forma brillante por Richard Curtis (Love Actually).

Una cinta imprescindible que pasó sin pena ni gloria tanto por la taquilla y como por la temporada de premios, solo ganó el Premio del Público en el Festival de San Sebastián,  y que estoy seguro, que el tiempo, irónicamente el tiempo, terminará poniéndola en su lugar.


Puntuación 8/10.

Una cuestión de tiempo

Escrito por Michael Camacho, @maiquesito

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